Podríamos observar que las copas de vino nunca se llenan hasta el borde debido a que el espacio vacío sobre la bebida es importante.
Su función es ayudar a proteger el aroma o buqué del contenido de la copa para deleitar las fosas nasales del catador.
Podriamos pensar que el hecho de uqe una jarra de cerveza esté llena no tiene tanta imporatancia: en cuanto el sediento bebedor haya tomado un par de tragos ya habrá creado un espacio aromático sobre la bebida. Entonces ¿por qué preocuparse?
¿no es ese primer sorbo mucho más importante y agradable que cualquiera de los tragos que damos con la jarra a medias? y estos tragos siempre son mejores que el último, cuando solo queda un resto caliente en el fondo.
Así pues, si apreciamos el sabor y el aroma, quizá tendríamos que asegurarnos de que quede un poco de espacio en la jarra cuanod se nos sirve una cerveza.
Naturalmente, el peligro reside en que el consumidor normal de cerveza se ha acostumbrado a ver las jarras llenas hasta el borde y podría sentirse un poco “enfadado” si le sirvieran una jarra no tan llena.
Según un antiguo cronista de 1886 el propósito de las jarras antiguas que venían con tapa, era proteger los gases liberados desde la superficie de la cerveza.
¡Es cursioso ver como un ingenioso diseño olfativo de hace ciento treinta años tiene su propio significado de diseño olfativo inteligente!
Gastrofisica la nueva cienceia de la comida
Charles Spence
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