Una fragancia en el punto de venta puede ayudar a comunicar a relajar y a variar el estado anímico del cliente, pero está claro que un olor por sí solo no hará comprar más. Sin embargo, si entras en un gran hotel con todo ordenado, limpio y cuidado y huele mal, por muy bien que esté todo lo demás, la sensación será muy desagradable.
Por eso, siempre he comentado que es muy arriesgado dejar al azar un sentido tan potente como el olfato; porque lo normal es que no transmita lo que la empresa o la marca quiere comunicar. Por lo tanto, es importante trabajar sobre ello para conseguir producir la sensación que se quiere generar al cliente.
Eso es lo que consigue el ODOTIPO: crear una identidad olfativa específica para una marca; qué hable de ti, de tu proyecto y lo identifique.
El marketing olfativo es una parte importante del Marketing sensorial, se trata de crear ‘una memoria olfativa’ e impactar mediante el sentido del olfato.
La fragancia de marca puede ser una poderosa aliada, siempre que se establezca bien cómo se va a usar y por qué.
Hay que tener en cuenta estos aspectos:
- Depende del tipo de comercio se aconseja un tipo de nota olfativa acorde con la imagen de marca.
- Es fundamental que haya una buena estrategia y que esté bien relacionada el tipo de establecimiento con el odotipo.
- No podemos poner una fragancia con olor a flores en un restaurante. Esa fragancia debe estar relacionada con la comida, notas especiadas por ejemplo.
- No podemos poner la misma fragancia en el comedor de un restaurante que en los lavabos. Se puede mal interpretar la nota olfativa.
- El olor a café en una cafetería tendría sentido pero no el de jazmin.
La fragancia escogida se puede difundir a partir de nebulizador eléctrico o a través del aire acondicionado dependiendo de los metros cúbicos, o bien puede utilizarse el soporte mikado, vela, home spray.
Aquí tienes más información sobre cómo vivir la experiencia de tener tu propio olor.
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