No es sostenible que todos los perfumes lleven únicamente ingredientes naturales porque el cambio climático desfavorece la obtención de materias primas y hace que estemos cada vez más limitados en la obtención de estas.
hablar de sostenibilidad significa hablar de ética, de conciencia social, de responsabilidad, de solidaridad.
Cada vez más, cuando el consumidor compra un perfume o un cosmético que se pone en su piel, quiere saber de dónde vienen los ingredientes que se han utilizado, quiere saber si es seguro el producto, quién los ha producido y en qué condiciones. Quiere saber si el agricultor que cultiva esas materias primas –en ocasiones en países en complicadas situaciones económicas y sociales– “es feliz”.
Los consumidores reclaman “transparencia”. Ahora no nos conformamos solo con usar un perfume que nos guste y “huela bien”. Ahora prácticamente el 80% de los consumidores están interesados en saber que para hacer su perfume se ha pagado un precio justo al agricultor que ha cultivado la materia prima; que se ha hecho en unas condiciones laborales aceptables y que se ha protegido el medio ambiente.
Existe una dicotomía entre ‘sintético’ versus ‘natural’
Los perfumes surgen a partir de una mezcla compleja cuya elaboración implica tanto aceites esenciales y extractos de origen vegetal y animal como sustancias procedentes de esas fuentes, extraídas directamente o sintetizadas, por lo que no caben las diferencias.
Un perfume que contenga solo aceites o extractos naturales no significa que sea mejor o peor para la salud que el perfume sintético.
Cuando decimos que sólo queremos productos naturales tenemos que saber qué quiere decir natural.
Los componentes de los perfumes contienen moléculas que están normalmente en la naturaleza y esas mismas sustancias pueden haberse sintetizado o extraído de una fuente natural y son indistinguibles.
Por ejemplo, el aceite esencial de bergamota, un extracto natural procedente de la piel de este cítrico, que se cultiva principalmente en Italia (Calabria) y que huele a la típica agua de colonia que todos conocemos y tiene efectos fotosensibilizantes.
En cambio, el acetato de isoamilo, que suele sintetizarse industrialmente no supone ningún problema para la salud.
El aceite esencial más natural necesita procesos fisicoquímicos con mayor o menor grado de intensidad: destilación por arrastre de vapor, extracción con disolventes, o enfleurage, (extracción a partir de flores con grasas).
En el año 1882 con el perfume Houbigant descubrieron como aislar determinadas moléculas de materias primas naturales y en concreto, la Cumarina, la cual se aísla del Haba de Tonka y también está presente en vegetales y en la canela.
La nota olfativa de cumarina es deliciosamente dulce como el mazapán y huele a hierba recién cortada mezclada con vainilla, regaliz, caramelo y clavo, coronadas con un toque de magnolia.
Leyes que regulan el uso de las sustancias en los perfumes
Para toda sustancia y aplicación, la Unión Europea cuenta con la norma REACH, para proteger la salud humana y el medio ambiente del posible riesgo de la utilización de productos químicos.
Como reflejan los estándares de la Asociación Internacional de Fragancias IFRA, cuya base de datos recoge todos los compuestos que se prohíben y restringen y las especificaciones de los admitidos, lo artificial y lo natural, tanto sustancias de síntesis como extractos y aceites esenciales, forman parte del listado de las prohibidas y restringidas.
Por lo tanto, el hecho de que algo sea sintético o natural no tiene nada que ver con que sea bueno o malo para la salud.
los ingredientes sintéticos son ecológicamente mejores
Algo que es seguro es que los ingredientes sintéticos son ecológicamente mejores y permiten a los perfumistas hacer arte, porque le proporcionaban un efecto de fuerza, realzan el frescor, difuminan un carácter punzante, y permiten separar las notas entre sí, que no podrían obtener de los ingredientes naturales.
Es solo gracias a las sustancias sintéticas que los perfumistas pueden extender la vida de las fragancias de un par de horas sobre la piel hasta 12h, 24h o más
Además, su elección responde muy a menudo a exigencias ecológicas y nos aportan constancia en la calidad de los productos.
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